Carta del editor
Las muertes por accidentes de tránsito en el país se han casi cuadriplicado en los últimos veinticinco años. Puede causar extrañeza, pues en este período se han incorporado cada vez más sofisticados aditamentos de seguridad a los vehículos y se han generalizado hábitos como el uso del cinturón de seguridad. Para quien mira los toros desde la arena, sin embargo, no hay sorpresa alguna: cada vez los toros son más grandes, invulnerables y avezados. En el primer artículo de esta edición, proponemos cambiar la lógica que ha venido guiando la “seguridad vial” —proteger cada vez más a los ocupantes de los vehículos— y enfocarse, al contrario, en disminuir el abismo creciente en las vulnerabilidades de todos los usuarios de las calles.
Un cambio de perspectiva también es lo que propone “La maña del bosque”, la exploración fotográfica que Isadora Romero y Ailin Blasco hacen de la reserva ecológica Mache Chindul. En lugar de la mirada uniforme del científico o el turista que suele dominar la representación de territorios como este, ellas nos invitan a imaginarnos cómo lo ven sus habitantes campesinos, las fundaciones y cooperativas que allí trabajan e, incluso, las arañas y los pájaros que pululan en sus bosque. El resultado es alucinante y esclarecedor al mismo tiempo.
Una posición desde la que uno definitivamente no quiere ver el mundo es la de los seres que se cruzan en el camino de una estampida de hormigas legionarias. Son millones de hormigas que se lanzan al unísono en una expedición de exterminio y depredación de la que pocos animales escapan. En su artículo, Sebastián Padrón nos cuenta los asombrosos detalles de esta cruenta marea viva (y de los ingenios que han desarrollado los pocos que de ella se salvan).