Noviembre 1998
SECCIONES

inicio
archivo
suscripción
quiénes somos
índice
segmentos fijos


ÚLTIMO NÚMERO

contenido


CLUB DE
SUSCRIPTORES


suscripción
museos socios
tarjeta del club

CONTACTO

 

 

 

 

Por Diego Lombeida
Foto Hyla Imágenes

Pequeñas joyas del bosque tropical

Rana de la familia Dendrobatidae. Esta familia incluye a las llamadas ranas venenosas.

Pocos grupos de anfibios han despertado tanto interés científico como el de los dendrobátidos o ranas venenosas. Pese a su tamaño pequeño, resultan un grupo excepcional desde cualquier punto de vista. Habitan en los bosques de Nicaragua y las Antillas Menores hasta el sudeste de Brasil y Bolivia, en bosques de tierra firme y climas lluviosos, hasta las partes bajas de los fríos páramos andinos.

Se conocen unas 168 especies, cuyos tamaños varían de uno a seis centímetros de largo, sin que exista diferencia entre machos y hembras, contrario a lo que suceded en la mayoría de anfibios, donde generalmente la hembra es más grande. La forma del cortejo y el cuidado de los renacuajos es único entre los anfibios; sin embargo, lo que más llama la atención de este grupo es la producción de sustancias tóxicas defensivas, algunas de ellas mortales, mostradas a sus potenciales predadores a través de un brillo especial en sus coloreadas pieles.

Diferentes tipos de veneno

En la naturaleza, la supervivencia es un reto constante. Plantas y animales luchan entre sí por la obtención de recursos y para evitar convertirse en el alimento de otros. Por esto, los animales utilizan diferentes estrategias de comportamiento, así como adaptaciones morfológicas; sin embargo, el arsenal más interesante y variado de todos es el de las armas químicas. Al igual que la mayoría de anfibios, los dendrobátidos durante la metamorfosis —el paso de renacuajos a ranas adultas— desarrollan una serie de qlándulas, cuya función principal es la de mantener húmeda la piel. Además secretan compuestos de diversa índole: sustancias antibióticas, biogénicas y toxinas. En el caso de los dendrobátidos, las especies de los géneros Dendrobates, Epipedobates y Phyllobates secretan un tipo especial de veneno que ataca al sistema nervioso. Este veneno contiene básicamente alcaloides, compuestos tóxicos muy similares a los que se encuentran en la nicotina, la morfina y la cocaína, entre otras drogas. Aunque los alcaloides son más comunes en plantas que en animales, los dendrobátidos son una fuente sorprendente de este tipo de compuestos, hasta el momento se conocen más de 200.

Cada sustancia presenta diferentes mecanismos de acción, pero la mayoría producen bloqueos en la transmisión de impulsos eléctricos desde las fibras nerviosas hacia las células musculares. Un tipo especial de alcaloides presente en los dendrobátidos del género Phyllobates, emparentados con los esteroides, se cuenta entre las sustancias más tóxicas del reino animal. Su mecanismo de acción es rápido y fatal.

Esta capacidad para provocar una muerte rápida h sido aprovechada por algunos grupos indígenas de Chocó colombiano —donde habitan las tres especies más tóxicas de dendrobátidos— como una fuente de veneno para untarla en sus dardos. La silenciosa eficacia de estas armas es la clave para la cacería de animales, que de otro modo se alejarían rápidamente ante el sonido de armas de fuego.

Estas sustancias, así como su mecanismo de acción, a momento son motivo de in tensos estudios médicos debido a que varios de ello han probado tener potencia les aplicaciones farmacéuticas. Pero no solamente sus venenos son aprovechados por el hombre. En Ecuador es muy conocido el caso d la epibatidina, descubierta en la piel de la especie Epipedobates tricolor que habita en la región centro y su de la costa. Esta sustancia ha resultado ser un analgésico 200 veces más potente que la morfina, con mecanismos de acción novedosos y sumamente interesantes desde el punto de vista de la neurociencia.

Extrañas costumbres entre los anfibios


La mayoría de dendrobátidos, a diferencia de casi todos los anfibios, son activos durante el día cuando los colores de advertencia que emiten pueden ser vistos por sus predadores.

Cuando un animal ataca a un dendrobátido venenoso éste inmediatamente comienza a secretar sus toxinass, las que provocarán en el enemigo entumecimiento, irritación y. en el caso de las especies den las especies del género Phyllobates, hasta la muerte.

 

inicio - archivo - suscripción

CONTENIDO REVISTA 1

continúa

 

portada inicio archivo subscripción inicio portada archivo subscripción