Durante
los últimos 20 años, la desaparición
de los bosques y hábitat más ricos
del planeta se ha acelerado notablemente. Frente
a esto, los gobiernos y agencias multilaterales
del mundo han destinado recursos técnicos
y financieros en busca de alternativas para
poder conservarlos. Además, se ha trabajado
en maneras de priorizar las áreas más
importantes en términos de biodiversidad.
Existen varios estudios sobre las zonas de alta
biodiversidad en el mundo. En el primer estudio
(Myers, 1988) se identificaron diez “puntos
candentes” que siguen siendo considerados
entre los más importantes del mundo.
En estas áreas, que apenas cubren menos
del 0,2% de la superficie de la tierra, habita
el 27% de todas las especies de plantas registradas
en los bosques tropicales y el 13% de todas
las especies de plantas del mundo.
En Ecuador existen tres de los diez puntos candentes,
y es por eso que ha sido designado como sitio
de prioridad alta a nivel mundial y prioridad
crítica a nivel regional para la conservación
de la biodiversidad (Banco Mundial y Fondo Mundial
para la Naturaleza, 1995).
El
Chocó y la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas
El Chocó comprende un área costera
boscosa que se extiende desde el límite
de Panamá hasta la parte noroccidental
de Ecuador, casi 100 000 km2 de bosque. Se estima
que esta superficie alberga más de 10
000 especies de plantas y animales, de las cuales
un 25% son endémicas.
En Ecuador el Chocó incluye parte de
la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas
(RECC), designada como área protegida
en 1979. La RECC cubre aproximadamente 205 000
ha e incluye diez zonas ecológicas distintas,
desde bosque húmedo tropical, a 100 msnm,
hasta bosque nublado y el páramo, a 5
000 msnm.
En las últimas décadas, los bosques
aledaños a la RECC han sido reducidos
significativamente por la actividad forestal
y la colonización, en algunos casos perjudicando
áreas dentro de la Reserva.
Prácticamente el 60% de la producción
doméstica de madera del Ecuador proviene
del noroccidente del país. En este lugar,
durante mucho tiempo las comunidades han trasladado
su legítimo derecho sobre las tierras
a empresas nacionales de contrachapado por precios
inferiores al valor en el mercado. De esta manera,
además de ceder su materia prima, los
comuneros han perdido un medio de vida por ingresos
que no contemplan su mano de obra. Con el tiempo,
las comunidades se han hecho más vulnerables
a los impactos de sus propias actividades, estimulando
un ciclo de pobreza y degradación ambiental.
El
Proyecto SUBIR
El Proyecto SUBIR trabaja en el Chocó
ecuatoriano desde 1992, desarrollando incentivos
económicos sostenibles para su conservación.
Es manejado por CARE Ecuador con el apoyo de
la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional, USAID-Ecuador, y en asocio con
las fundaciones EcoCiencia y Jatun Sacha, Wildlife
Conservation Society, el Ministerio del Ambiente
y otras instituciones.
El objetivo del proyecto es la conservación
de la biodiversidad a través de la participación
local en el manejo de los recursos naturales.
Para lograr su objetivo ha emprendido en cinco
componentes o estrategias: el fortalecimiento
institucional y desarrollo organizacional, políticas
y asuntos legales, mejor uso de la tierra, comercialización
y mercadeo, y monitoreo biológico. La
Fundación Jatun Sacha tiene a su cargo
la implementación del mejor uso de la
tierra y EcoCiencia el monitoreo biológico.
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