Al
contrario de lo que ocurre en la escala reginal,
en áreas relativamente pequeñas
la diversidad sigue un modelo totalmente opuesto.
Por ejemplo, en los bosques tropicales lluviosos
de las tierras bajas usualmente se encuentran
más de 100 especies de árboles
grandes (con diámetros de más
de 10 cm) en una sola una hectárea, mientras
en los bosques altoandinos se han encontrado
solamente entre 28 y 66 especies. Esta riqueza
de especies, conocida como diversidad alfa,
tiene su climax en los bosques amazónicos,
donde se ha encontrado hasta 307 especies de
árboles en la Reserva de Producción
Faunística Cuyabeno. Esta es la diversidad
de especies de árboles más alta
que se haya encontrado hasta ahora en el mundo.
Otro ejemplo está en el Parque Nacional
Yasuní donde se encontraron 780 especies
de árboles y arbustos (con diámetros
desde 1 cm) mientras, en un estudio similar,
en la Isla de Barro Colorado, Panamá,
se encontraron apenas 300 especies en 50 hectáreas;
al mismo tiempo, En Malasia, un país
tropical conocido por su alta diversidad, se
encontraron 1 200 especies en 52 hectáreas
de bosque.
La diversidad varía de igual manera con
el tipo de planta. Según el Catálogo,
las hierbas y epífitas (plantas que crecen
sobre otras plantas o sobre otros sustratos),
son las más diversas. Un buen ejemplo
de epífitas son las orquídeas
(que también incluyen varias especies
terrestres). Una de cada cinco especies de plantas
en el Ecuador es una orquídea. Esta familia,
sin duda es la más diversa (con 3 043
especies) y la que cuenta con más especies
endémicas: de cada 100 especies de orquídeas
46 existen solamente en el Ecuador.
Con respecto a nuevas especies, según
el Catálogo, entre 1975 y 1998, los científicos
describieron un promedio de 165 especies por
año, de las cuales 91 resultaron ser
endémicas, es decir, cada dos días
se describió una especie nueva para el
Ecuador. Durante 1999, seguramente se han descrito
más de 150 aunque no existen estadísticas
y todavía queda por descubrir algunos
miles más mientras sobreviva la vegetación
nativa.
Otro aspecto remarcable son los usos de las
plantas. En Ecuador existen especies, o parientes
silvestres, de plantas alimenticias cultivadas
mundialmente. El maíz, la papa, el tomate,
la piña y el cacao están entre
los más conocidos. Pero además
existen especies silvestres poco conocidas pero
muy utilizadas localmente. En las provincias
de El Oro, Loja y Zamora Chinchipe, recientemente
se inventarió 250 plantas silvestres
útiles (especialmente alimenticias) de
las cuales por lo menos 12 son endémicas
y tres son nuevas para la ciencia.
Los usos medicinales son numerosos. Quizás
un ejemplo conocido mundialmente es el de la
cinchona (Cinchona officinalis), de
cuya corteza se extrajo originalmente la quinina.
Este compuesto es utilizado en tratamientos
contra la malaria, enfermedad que actualmente
mata entre dos a tres millones de personas al
año y que exterminó a muchas más
durante la Primera Guerra Mundial.
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