El
75% o más de todos los animales vertebrados
y plantas superiores del planeta, aproximadamente
219 000 especies, se concentran en tan solo
17 países a los que el mundo ha calificado
como megadiversos. Estos países son los
más ricos en biodiversidad (especies
de animales, flora y microorganismos) y endemismo
(especies que solo existen en un lugar determinado).
Ricos no solo en cantidad de seres vivos, sino
también en belleza, paisajes y ecosistemas,
pero principalmente en potenciales fuentes de
recursos económicos que pudieran provenir
de la correcta utilización de esa riqueza:
desde ecoturismo hasta nuevos productos agrícolas,
industriales y medicinales.
Dentro de este selecto grupo, en una privilegiada
posición, se encuentra el Ecuador. Con
apenas 256 370 km, tan solo el 0,17% de la superficie
terrestre del planeta, posee más del
11% de todas las especies de vertebrados terrestres
(mamíferos, aves, anfibios y reptiles),
16 087 especies de plantas vasculares (las plantas
más evolucionadas) y alrededor de 600
especies de peces marinos. Por su extensión
continental, entre todos los países megadiversos,
es el número uno en biodiversidad de
vertebrados terrestres por unidad de superficie:
casi 11 especies por cada 1 000 km2.
A esta honrosa denominación de megadiverso,
sin embargo, le faltan muchos datos de grupos
como invertebrados y microorganismos sobre los
cuales aún se conoce muy poco. Probablemente
si además se considerasen estas cifras,
que solo en insectos sobrepasa el medio millón,
nos sorprenderían mucho más los
resultados. Para tener una idea, en términos
generales hasta el momento los científicos
han descrito entre 1,4 y 1,8 millones de especies
de seres vivos (animales, plantas y microorganismos);
no obstante, los cálculos estimados indican
que probablemente existan en total 100 o más
millones de especies, en su mayoría habitantes
de las selvas húmedas tropicales y de
las insondeables fosas marinas. En el Ecuador,
hasta 1996, alrededor del 35% de su territorio
se encontraba cubierto por este tipo de bosques
en la Costa y la Amazonía.
Por si fuera poco, en 1988 se identificaron
diez zonas de alta prioridad, o zonas candentes
para la conservación, denominadas hotspots.
Estos lugares poseían el 1% de todas
las plantas superiores y el 1% de todos los
vertebrados (excepto peces). Tres de estas zonas
se encuentran en el Ecuador: los Andes tropicales
(Amazonía occidental), los bosques muy
húmedos tropicales de la región
de Esmeraldas, la región del Choco y
los bosques occidentales. Además, en
el Ecuador existen once áreas de endemismo
de aves y seis centros de diversidad y endemismo
de plantas. A todo esto, debemos sumarie la
importancia que tiene el archipiélago
de las islas Galápagos.
Toda esta gran biodiversidad se encuentra correlacionada
con la variedad de culturas humanas, así,
lo mismo que para plantas y animales, somos
ricos en diversidad de pueblos y culturas ancestrales.
Actualmente en nuestro territorio habitan 27
nacionalidades y pueblos indígenas y
negro-afroecuatorianos.
El origen de esta riqueza no es el azar. Por
un lado se debe a la presencia de la cordillera
de los Andes, que divide al Ecuador de norte
a sur moldeando caprichosamente su territorio;
por otro, nuestra ubicación geográfica:
en pleno trópico de cáncer, la
región más cálida del planeta;
y, finalmente, nuestra posición en el
continente americano, la cual permite que seamos
influenciados por dos fenómenos oceánicos:
una corriente marina cálida y húmeda
proveniente del norte, la de “El niño”,
y otra fría y seca, que viene del sur,
la de “Humboldt’. Estos factores
permiten la existencia de cuatro regiones geográficas:
las islas Galápagos, la Costa, la Sierra
y el Oriente, y en cada una de ellas numerosos
y variados ecosistemas.
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