N° 40 Marzo - abril 2006
SECCIONES

inicio
archivo
suscripción
quiénes somos
índice
segmentos fijos


ÚLTIMO NÚMERO

contenido


CLUB DE
SUSCRIPTORES


suscripción
museos socios
tarjeta del club

CONTACTO

 

 

Texto José Manuel Manzanares
Foto Murray Cooper

Conservación en el Bosque Protector Los Cedros

El tucán andino de pico laminado (Andigena laminirostris) es otra de las bellas sorpresas que guarda la región del Chocó.

El Bosque Protector Los Cedros, entidad privada que nació en 1989, es un área protegida de más de 6 000 hectáreas de bosques primarios ubicada en la parte occidental del cantón Cotacachi, en la provincia de Imbabura.

Los Cedros ocupa parte de la cordillera de Toisán y está rodeado por tres importantes ríos: el Manduriaco Grande, el Verde y el Magdalena Chico.

En esta zona se sobreponen dos de las más importantes áreas de megadiversidad del planeta: los bosques húmedos del Chocó y la cordillera de los Andes tropicales. Ambas con gran cantidad de especies propias, tanto de plantas como de animales, principalmente de anfibios y aves.

Haber declarado zona protegida a Los Cedros implicó preservar una buena parte de los pocos bosques montanos que quedaban en el Chocó ecuatoriano, y convertirlos en una zona relevante para la conservación de muchas especies silvestres.

Una característica importante del Bosque Protector Los Cedros es su singular posición en el sector sur-occidental de la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas, ya que así sirve también como zona de amortiguamiento de la mencionada reserva.

La diversidad de Los Cedros ha sido muy poco estudiada, no obstante se han hallado dos nuevas especies de orquídeas del genero Dracula, uno de los más hermosos y apreciados por los coleccionistas. Este hecho es un indicador de lo mucho que todavía queda por descubrir en esta zona.

En este mismo hábitat evolucionó el bracilargo de la cabeza café (Ateles fusciceps), una singular especie de mono araña que hoy se encuentra en serio peligro de extinción. Las pocas poblaciones de bracilargos se hallan en las áreas protegidas del RECC, en los bosques montanos que lo colindan y en los territorios de la etnia Awá, al noreste de Esmeraldas y al noroeste de Carchi.

Por ser una estación científica en donde habita el bracilargo, el Bosque Protector Los Cedros ha sido seleccionado como sede de algunos estudios base y campamento para los talleres de entrenamiento de parabiólogos comunitarios especialistas en toma de datos de esta especie.

Este primate, que depende del bosque primario, es digno de ser reconocido como emblema de la protección de los bosques noroccidentales.

Aparte de estas riquezas naturales, la zona ha demostrado ser rica en minerales, lo que ha llamado el interés de la industria extractiva nacional y trasnacional. El Estado, en su búsqueda de fuentes de sustento económico alternativas al limitado recurso petrolero, ha recibido préstamos del Banco Mundial para desarrollar el potencial minero del país.

Con el cambio de leyes que incentivan o atraen el capital extranjero y el financiamiento de prospección minera dentro de todas las estribaciones occidentales del país, incluyendo las áreas protegidas, Ecuador ha mandado un señal confusa al mundo sobre el destino de este zona.

Por otra parte, las grandes empresas madereras nacionales, en lugar de imponer reglas de extracción sustentable (que a la larga les serían rentables), utilizan cualquier debilitamiento del Ministerio del Ambiente para satisfacer sus intereses a corto plazo.

Tal vez la promoción de un reducido número de monos es lo que falta para que estos bosques dejen de ser desconocidos y llamen la atención al Ecuador y al mundo sobre su importancia.

Treinta y cinco años de petróleo nos han dejado pobreza y deudas. Ojalá que los forestales y mineros que esperan entrar en lo poco que queda del Chocó ecuatoriano, hoy día, puedan dejar algo mejor para el país. Para que esto suceda, por supuesto, tendrán que tomar serias medidas de protección ambiental.

 


inicio - archivo - suscripción

CONTENIDO REVISTA 40