N° 28 Marzo - abril de 2004
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Texto María Soledad Solórzano
Foto Jorge J. Anhalzer / Archivo Criollo

Malecón 2000: un monumento a la identidad guayaquileña

El Malecón 2000 constituye un lugar de esparcimiento para los guayaquileños y turistas que quedan maravillados al dar un paseo y sentir la brisa que viene del río Guayas.


Hablar del Malecón 2000 es pensar en un centro de esparcimiento donde se conjugan jardines, monumentos históricos y sitios de comercio. En fin, un sitio turístico para quienes viven y visitan la “Perla del Pacífico”.

Sin embargo, el Malecón 2000 va más allá de lo que a simple vista se puede observar. Es un monumento al espíritu de la ciudad: cada uno de sus elementos plasma la historia y constituye la esencia del lugar, formando parte de la identidad de su gente.

Pero surge una pregunta: ¿tienen las ciudades identidad? La respuesta es afirmativa: las ciudades tienen su propia identidad, producto de su memoria histórica, de la identificación y diferenciación con otras ciudades.

La identidad de las ciudades es recogida y procesada día con día por sus habitantes. Los cabildos son los encargados de homogeneizar los criterios, reavivar y reafirmar la identidad de una ciudad determinada, El Municipio de Guayaquil es un claro ejemplo de esto.

En ningún momento este hecho niega las identidades alternas que surgen de interacciones sociales a partir de edad, credos, costumbres, condición económica, etc. Al contrario, la ciudad va aglutinando cada una de estas posiciones para generar un discurso propio ante el cual todos sus habitantes se autodenominan guayaquileños, para el caso que nos ocupa.

Si revisamos detalladamente los procesos que ha vivido Guayaquil, podemos observar que la historia y el medio ambiente son los pilares fundamentales sobre los que se ha desarrollado la ciudad, estos responden a tres elementos clave: migración, comercio y reconstrucción constante, mediados por la riqueza con la que cuenta la cuenca hidrográfica del río Guayas.

Estos criterios, de forma consciente o inconsciente, han sido retomados al momento de construir el discurso que, sobre su identidad, hoy en día maneja Guayaquil. Aquellos están plasmados en el Malecón 2000. Revisémoslos:

Barca manteña (Edificio del Banco Central)

En el siglo XVIII, el historiador Juan de Velasco conjeturó que la ciudad había sido construida sobre territorio perteneciente a la cultura Manteño-Huancavilca. Dos siglos más tarde, Modesto Chávez Franco lo corroboró. Hoy por hoy, lo huancavilca es un elemento constitutivo de Guayaquil. Sin embargo, es importante indicar que a partir de mediados del siglo XX, sobre la base de investigaciones arqueológicas realizadas, se ha evidenciado que el área del primer emplazamiento de la ciudad estuvo sobre territorio Chono (arqueológicamente hablando Milagro-Quevedo).

Pero la representación de lo manteño y la importancia mítica que tiene se encuentra vinculada por la tradición naviera de este aguerrido grupo de indígenas que habitó en las costas marítimas ecuatorianas y con la cual es claro que se identifican sus actuales moradores.

Lee el artículo completo en la edición No 28
de ECUADOR TERRA INCOGNITA

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