Yo, que veo en Zaruma a una de las ciudades
más hermosas del Ecuador, me preguntaba,
mientras recorría sus estrechas callejuelas,
si realmente existía la posibilidad de
que se la declarare Patrimonio Cultural de la
Humanidad, distinción con la que los
zarumeños han soñado desde hace
por lo menos dos años, cuando su Municipio
empezó a promocionar la candidatura.
Podría sonar descabellada la idea de
colocar a Zaruma al nivel de París, Venecia,
La Habana o, sin ir muy lejos, de Quito, en
cuanto a su valor y belleza como Patrimonios
de la Humanidad. Personalmente, no lo hubiese
imaginado, pero al revisar cuáles son
los criterios y condicionantes que exige la
UNESCO para tal designación, mi opinión
cambió y con una sincera sonrisa entendí
que era posible.
Un Patrimonio Mundial debe poseer cierto conjunto
arquitectónico que ilustre alguna etapa
histórica importante; además,
debe ser un lugar único, no solo en un
país o un continente, sino en todo el
Mundo.
¿Cumple Zaruma con tales exigencias?
Para empezar, si algo en especial tiene Zaruma,
que no se observa en ninguna ciudad del Ecuador
y, que yo sepa, tampoco en el resto del Planeta,
es su caprichoso trazado urbano. Al encontrarse
en la parte alta de una montaña, sus
angostas y curvas calles declinan continuamente,
sin cortes transversales; las construcciones,
de igual manera, siguen la pendiente a causa
de la irregular topografía. Si se desea
llegar al parque central, lo más sencillo
es caminar por la calle principal hasta donde
termina la pendiente.
Su centro histórico representa muy bien
una etapa arquitectónica, no solo de
la costa del Ecuador, sino de toda Sudamérica.
Además me impresionó por estar
libre de edificaciones de otros estilos.
Zaruma creció gracias a la explotación
de las minas de oro, actividad que fue próspera
hacia finales del siglo XIX e inicios del XX.
Este período de apogeo económico
se vio reflejado en su arquitectura.
Las edificaciones zarumeñas sintetizan
una riqueza de elementos decorativos y un delicado
encuentro de materiales y técnicas tradicionales,
como el uso del bahareque y las maderas finas,
hábilmente decoradas por los artesanos
de la época.
Fachadas forradas de madera, así como
soportales, balcones con balaustres torneados,
escalinatas y amplias puertas, corredores y
celosías también embellecen la
arquitectura del centro histórico.
¿Cómo ha sido la gestión?
El Municipio de Zaruma está trabajando
en la candidatura desde inicios del 2001. Ha
realizado seminarios y ciclos de conferencias
para informar a los habitantes de la importancia
que conllevaría su declaratoria como
Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Los zarumeños han entrado en acción.
Numerosas casas de valor histórico han
sido restauradas por sus propios dueños
en el último año. Estas aguardan
pacientes la inspección que próximamente
efectuará la UNESCO.
Sin duda Zaruma es una ciudad sin par en nuestro
país y en el mundo, no solo por su centro
histórico y su trazado urbano, sino por
su entorno natural y paisajístico.
Lee
el artículo completo en la edición
No 24 |
|