Cuántas veces hemos escuchado decir y,
por supuesto con mucho orgullo, que el Ecuador
es considerado como un país megadiverso?
Gracias a esta condición, nuestro país
constituye un gran atractivo para turistas de
todo el mundo.
Varios son los factores que han dado esta privilegiada
situación al Ecuador. La ubicación
geográfica es uno de ellos, pues por
encontrarse en la zona tropical, mantiene un
clima propicio en las partes bajas, las mismas
que generan una gran cantidad de recursos aprovechables
para una amplia variedad de especies.
Un segundo elemento favorable es el paso de
las corrientes marinas cerca de las costas del
Ecuador. Este ha influido para la existencia
de una alta diversidad. Por un lado, la corriente
fría de Humboldt actúa en la zona
suroccidental, creando ecosistemas con su propia
variedad de flora y fauna adaptadas a largos
ciclos sin lluvias (bosques secos). Muy diferentes,
por cierto, a las especies encontradas hacia
el noroccidente, en donde hay zonas influenciadas
por la corriente cálida de El Niño
(bosques húmedos).
La cordillera de los Andes también jugó
un papel trascendental al ser una barrera geográfica
infranqueable para muchos organismos, lo que
hizo que los individuos quedaran separados hacia
occidente y oriente y formaran, con el paso
del tiempo, nuevas especies. Además dio
origen a una amplia variedad de zonas de vida
que van desde el nivel del mar hasta los 6.310
msnm.
Además, nuestras grandes montañas
brindan otro elemento favorable (en los últimos
años este factor ha sido estudiado con
mucha seriedad y, al parecer, sería el
de mayor importancia): se ha encontrado que
individuos que viven separados por tan solo
500 metros de altitud, que aparentaban pertenecer
a una misma especie, presentan variaciones en
su aspecto físico y genético,
lo que significa que en realidad son especies
diferentes o en proceso de especiación
(generación de una nueva especie). Esto
se ha visto principalmente en las estribaciones
tanto orientales como occidentales de la cordillera
andina.
Aquellos organismos, en muchos casos, no se
encuentran dentro de áreas protegidas
y, por lo tanto, son susceptibles de extinguirse.
Los estudios demuestran que estas zonas constituyen,
incluso actualmente, zonas donde se siguen dando
ciertos procesos evolutivos que, al final, y
con el paso del tiempo originarían nuevas
especies.
Este conjunto de factores, nos convierten en
el país con mayor diversidad en el mundo.
La categoría nos pertenece si tomamos
en cuenta nuestra pequeña superficie
y la comparamos con la de otros países
megadiversos como Brasil, India o Australia.
En nuestro territorio hay más especies
por kilómetro cuadrado.
Lejos de conocerlas
Para tener una idea de lo lejos que estamos
de conocer a toda nuestra biodiversidad, basta
citar algunos ejemplos de recientes descubrimientos
en el Ecuador. Si hablamos de los mamíferos,
por ejemplo, en los últimos dos años
se han registrado por lo menos seis especies
más de murciélagos y dos de ratones,
una de ellas es nueva para la ciencia (el ratón
bolsero, o Heteromys teleus, que habita
en una reserva privada en la provincia de Cotopaxi).
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