El
Barón Alexander Von Humboldt, además
de ser el padre de la geografía botánica
y zoológica, fue un gran aventurero.
Su interés por la naturaleza y el hábito
de investigarla, hicieron que ya a temprana
edad se lo denominara “el pequeño
farmacéutico”.
Sus cualidades como caballero, ser humano y
científico, lograron que sus tendencias
homosexuales fueran prácticamente pasadas
por alto en una época en la que usualmente
eran duramente censuradas. Aún hoy en
día, los relatos de sus viajes a través
de exóticas tierras, son capaces de inspirar
grandes sueños de aventuras. Humboldt
nació en Berlín el 14 de septiembre
de 1769, el mismo año que sus amigos:
Napoleón, Wellington, Canning, Chateaubriand
y Cuvier. Su padre murió cuando tenía
tan solo 9 años. Desde entonces él
y su hermano Wilhelm crecieron en un ambiente
donde el amor y el juego fueron sustituidos
por el trabajo y el estudio. Sus primeros años
de educación estuvieron a cargo de un
tutor privado, mientras que sus estudios superiores
los completó en las Universidades de
Frankfourt, Berlín, Gotinga y en la Academia
de Freiberg.
El joven Alexander creció en una época
de temeraria búsqueda y descubrimiento,
lo que indudablemente influyó en su futuro:
la Condamine exploró el Amazonas; Carsten
Niebuhr, la desconocida Arabia; James Bruce,
el origen del Nilo; pero sobre todo, como el
mismo Humboldt narra, fue el capitán
James Cook, y su descripción de fantásticas
ciudades remotas, quien lo motivó en
su juventud a tomar la senda que marcaría
su destino.
Humboldt exploró gran parte del mundo,
pero su obra más fascinante se refiere
justamente a sus viajes a través de Sudamérica.
Ningún científico había
realizado expediciones a esta región
desde Frenchman y La Condamine en el año
de 1735. Junto a Bonpland, un joven botánico,
emprendió la primera exploración
realmente científica en la historia de
nuestro continente, la cual se extendió
por un período de cinco años,
desde 1799 a 1804. Durante este tiempo colectaron
cerca de 60.000 especímenes de plantas
así como muchas otras de vertebrados
e insectos.
El viaje, caracterizado por innumerables dificultades
y tribulaciones, se inició en el puerto
de la Coruña, en España, a bordo
de la fragata Pizarro. Luego de hacer una escala
en la isla de Santa Cruz, en Tenerife, la mañana
del 16 de julio de 1799 la fragata Pizarro ancló
por primera vez en las costas del continente
americano. Fue en el puerto de Cumaná,
Venezuela, permaneciendo allí alrededor
de dos meses. Así describe Humboldt en
su diario a esta región:
“Qué fabulosa y extravagante
ciudad en la que nos encontramos! Plantas fantásticas,
anguilas eléctricas, armadillos, monos,
loros y muchos, muchos, verdaderos indios semi
salvajes...’
En febrero de 1800 llegóa a Caracas,
para luego dirigirse al interior del país
con el objetivo de comprobar la existencia de
un canal que supuestamente unía al río
Orinoco con el Amazonas. Humboldt disipó
las dudas en torno a su existencia navegando
a través de una red de ríos que
lo condujeron desde el Orinoco hasta las inmediaciones
de un afluente del Amazonas, el río Negro,
hasta cuyas cabeceras tuvo que cruzar por tierra.
|