Enero 1999
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Por Paúl Tufiño
Ilustración F.G.Wetisch

Alexander von Humboldt

Alexander von Humboldt, en los llanos venezolanos.

El Barón Alexander Von Humboldt, además de ser el padre de la geografía botánica y zoológica, fue un gran aventurero. Su interés por la naturaleza y el hábito de investigarla, hicieron que ya a temprana edad se lo denominara “el pequeño farmacéutico”.

Sus cualidades como caballero, ser humano y científico, lograron que sus tendencias homosexuales fueran prácticamente pasadas por alto en una época en la que usualmente eran duramente censuradas. Aún hoy en día, los relatos de sus viajes a través de exóticas tierras, son capaces de inspirar grandes sueños de aventuras. Humboldt nació en Berlín el 14 de septiembre de 1769, el mismo año que sus amigos: Napoleón, Wellington, Canning, Chateaubriand y Cuvier. Su padre murió cuando tenía tan solo 9 años. Desde entonces él y su hermano Wilhelm crecieron en un ambiente donde el amor y el juego fueron sustituidos por el trabajo y el estudio. Sus primeros años de educación estuvieron a cargo de un tutor privado, mientras que sus estudios superiores los completó en las Universidades de Frankfourt, Berlín, Gotinga y en la Academia de Freiberg.

El joven Alexander creció en una época de temeraria búsqueda y descubrimiento, lo que indudablemente influyó en su futuro: la Condamine exploró el Amazonas; Carsten Niebuhr, la desconocida Arabia; James Bruce, el origen del Nilo; pero sobre todo, como el mismo Humboldt narra, fue el capitán James Cook, y su descripción de fantásticas ciudades remotas, quien lo motivó en su juventud a tomar la senda que marcaría su destino.
Humboldt exploró gran parte del mundo, pero su obra más fascinante se refiere justamente a sus viajes a través de Sudamérica.

Ningún científico había realizado expediciones a esta región desde Frenchman y La Condamine en el año de 1735. Junto a Bonpland, un joven botánico, emprendió la primera exploración realmente científica en la historia de nuestro continente, la cual se extendió por un período de cinco años, desde 1799 a 1804. Durante este tiempo colectaron cerca de 60.000 especímenes de plantas así como muchas otras de vertebrados e insectos.

El viaje, caracterizado por innumerables dificultades y tribulaciones, se inició en el puerto de la Coruña, en España, a bordo de la fragata Pizarro. Luego de hacer una escala en la isla de Santa Cruz, en Tenerife, la mañana del 16 de julio de 1799 la fragata Pizarro ancló por primera vez en las costas del continente americano. Fue en el puerto de Cumaná, Venezuela, permaneciendo allí alrededor de dos meses. Así describe Humboldt en su diario a esta región:

Qué fabulosa y extravagante ciudad en la que nos encontramos! Plantas fantásticas, anguilas eléctricas, armadillos, monos, loros y muchos, muchos, verdaderos indios semi salvajes...’

En febrero de 1800 llegóa a Caracas, para luego dirigirse al interior del país con el objetivo de comprobar la existencia de un canal que supuestamente unía al río Orinoco con el Amazonas. Humboldt disipó las dudas en torno a su existencia navegando a través de una red de ríos que lo condujeron desde el Orinoco hasta las inmediaciones de un afluente del Amazonas, el río Negro, hasta cuyas cabeceras tuvo que cruzar por tierra.


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