Tras la llegada de los jesuitas al Ecuador, esta orden diseñó la iglesia de la Compañía de Jesús, inspirada en las iglesias romanas de Il Gesù y de San Ignacio. Los planos fueron traídos desde Italia en 1603 por el religioso Nicolás Durán Mastrilli; dos años después inició su construcción. Durante 160 años, indígenas y afroecuatorianos trabajaron en la estructura, interiores y fachada de la iglesia barroca.
La parte inferior de las pilastras tienen decoraciones de estilo mudéjar, que se distinguen por su geometría, y de estilo persa en la bóveda de cañón. A excepción del púlpito, toda la iglesia mantiene su simetría; incluso hay una escalera pintada con técnica de trampantojo (de “trampa al ojo”) en la pared posterior, cuya función es semejar la escalera real del lado opuesto.
Al recorrer la iglesia se observan pinturas de los dieciséis profetas, que parecen avanzar con el visitante, y las réplicas de los cuadros El infierno y El día del juicio final, de Alejandro Salas. El retablo mayor está cubierto con pan de oro en su totalidad, y se estima que en la iglesia completa hay 54 kilos de oro.El templo conserva un órgano marca Rooselvelt de 1200 tubos, utilizado en los festivales de música sacra y las misas dominicales. Además, durante agosto, de lunes a viernes, es posible visitar las cúpulas de la iglesia de 9h30 a 17h00 por un costo de US$ 2. En el horario de 18h30 a 20h30, en cambio, se realizan visitas nocturnas a la iglesia y a la cripta principal, por US$ 5. (Tatiana Miranda)
