El
U.S. Cancer Institute tiene una gigantesca base
de datos de plantas tropicales (más de
13 mil) y el Departamento de Medicina de la
Universidad de Illinois otro tanto. Además
tienen convenios con otras instituciones y herbarios
que les permiten acceder a muestras provenientes
de países tropicales.
Otro caso es el convenio que la Merck firmó
con el gobierno de Costa Rica, en el cual se
establecieron mecanismos de control de la bioprospección
(búsqueda de en organismos vivos) y el
reconocimiento de regalías. Actualmente
se encuentra en el Ecuador una misión
de esa casa farmacéutica para sondear
la posibilidad de un convenio de la misma índole.
Al parecer, lo único que frena el aumento
de las inversiones en bioprospección
es la inseguridad que tienen las farmacéuticas
de que se respeten “sus” derechos
intelectuales. Para asegurarlos se habría
encaminado la insistencia del gobierno americano
para que se ratifiquen los controversiales convenios
de propiedad intelectual.
La
cosa no es tan clara. De los mencionados compuestos,
la gran mayoría (el 74%) han sido descubiertos
gracias a que se conocía de algún
grupo humano nativo que utilizaba cierta planta
para tratar algún mal. De hecho, las
farmacéuticas utilizan un equipo de avanzada
formado por antropólogos. Con el sistema
de patentes propuesto se ignoraría el
valor del conocimiento tradicional porque no
está expresado en términos científicos,
a los que no tiene acceso la mayoría
de la humanidad. A nivel nacional, se estaría
negando el valor de la conservación del
bosque donde determinada planta fue encontrada.
Luego, los compuestos patentados tienen que
ser importados, a precios exorbitantes, por
los países de donde salieron la información
y la materia prima.
Debido a esto, algunos países tropicales
precautelaron sus intereses prohibiendo sacar
material genético de sus fronteras. Pronto
apareció la biopiratería, cuyo
control raya en lo imposible. ¿Qué
impide, por ejemplo, que una empresa petrolera
establecida en la Amazonía tenga un biólogo
buscando organismos interesantes, y que se lleve
a su país un par de semillas o unas cuantas
esporas? No es paranoia. Más bien no
pensarlo sería ingenuidad, sabiendo que
muchas de ellas son subsidiarias de grandes
empresas químicas, por ejemplo, la Conoco
de la Dunlop, la Sanofi de la ELF
Y es que los bosques tropicales contribuyen
a la industria no solo con madera. De ellos
se extraen tinturas, aceites esenciales y comestibles,
látex, caucho, resinas, esteroides, ceras,
entre muchos otros productos.
Ecuador:
país de la megadiversidad
Qué tiene este pequeño país
para que se lo denomine de la megadiversidad,
para que universidades e instituciones extranjeras
dediquen esfuerzos a estudiarlo y explorarlo?
La comunidad científica ha identificado
10 “puntos calientes” en el mundo.
Estos se caracterizan por tener insólitos
niveles de diversidad y endemismo. Dos de ellos
se encuentran en el Ecuador: los bosques muy
húmedos tropicales de la Costa y los
de la Amazonía occidental.
Si recorremos nuestra geografía siguiendo
el periplo de los esporádicos estudios
que se han hecho, nos encontramos con ejemplos
deslumbrantes. En la pequeña reserva
de río Palenque, cercana a Santo Domingo
de los Colorados, se encontraron 1.250 especies
de plantas de 136 familias en menos de un kilómetro
cuadrado; de ellas, 100 fueron nuevos registros
para el Ecuador y 43 solo se conocen en esta
área. Si seguimos un poco más
al norte, a los bosques de Esmeraldas, que están
siendo destruidos a un ritmo impresionante,
encontramos estimativos de más de 10
mil especies, de las cuales 2.500 serian endémicas.
Al otro lado de la cordillera, en la provincia
de Napo, se esperaría encontrar 4 mil
especies; mientras que el conjunto de especies
de Estados Unidos y Canadá llega apenas
a 700.
Además, en el bosque nublado de Ecuador
se encuentran más de 3000 especies de
orquídeas, lo que lo convierte en el
país con mayor número de estas
plantas en el mundo. Para terminar mencionemos
que de las 702 especies de plantas existentes
en Galápagos, el 32,5% no existen más
que en este archipiélago.
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