Son arañas medianas de largas patas que utilizan para cazar. No cazan mediante telas. Más bien, se apostan en el suelo, en las hojas o, en el caso de las acuáticas del género Dolomedes, en la superficie de aguas en reposo, y utilizan sus largos brazos, a menudo durante las noches, para sorprender a sus presas. Estas incluyen insectos, pequeñas ranas y peces. Algunas especies exhiben comportamientos reproductivos singulares, como que la hembra se come al macho tras la copulación (e incluso antes). Para evitarlo, algunos machos precavidos amarran con seda las patas de la hembra. Otros ofrecen comida como regalo nupcial, y otros incluso “se ofrecen”, haciéndose los muertos, solo para resucitar después y “madrugarle” a la confiada hembra. Las hembras acarrean su huevos pegados al pecho, sujetándolos allí con sus quelíceros o mandíbulas. Cuando las arañitas están por nacer, la hembra teje una red-cuna cerca del suelo, donde luego las cuidará.