Este mico mediano es un habitante de los árboles, entre los que se desplaza con ayuda de su cola prensil; baja al suelo con frecuencia para buscar alimento. Grupos grandes, hasta de cincuenta individuos, forrajean por semillas, frutas, insectos e incluso vertebrados pequeños como lagartijas, crías de zarigüeya y huevos de aves. Construyen y utilizan herramientas (por ejemplo, cortan y doblan hojas como copitas para beber agua de cavidades de troncos). Son territoriales; los encuentros entre grupos suelen ser agresivos. Confrontados, los machos lanzan enormes ramas que causan estruendo. Son polígamos. Las hembras tienen una única cría cada dos años. Todos los miembros del grupo manifiestan interés por el recién nacido, juegan con él e incluso lo cargan cuando crece un poco. Tienen varios predadores, pero es ante las aves de presa que reaccionan despavoridos. Los amenazan la pérdida de hábitat, la cacería y el tráfico de especies.