N° 21 - enero de 2003
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Por Julio Pazos B.
Ilustración: Pancho Cordovez

Antropofagia y escatofagia


Para llegar al significado de estas palabras habría que recurrir a especialistas en mitos y en investigaciones antropológicas prehistóricas. Pero, en este caso, solo nos contentaremos con decir que las utilizaremos para designar a ciertas presentaciones de alimentos en la cultura de los ecuatorianos.

Son, en los dos apartados, metáforas comunes, es decir que todos entienden porque los aspectos comparados son de fácil verificación. Cabello de ángel es un fideo muy fino que se sirve para componer sopas delicadas hechas con agua o con leche. En casos especiales se añade pechuga de pollo, media papa y cebolla larga. Generalmente la sopa de cabello de ángel va con queso fresco y nada más. Recomiendan este alimento para dietas blandas o para después de haber sufrido ligeras indisposiciones digestivas. Por cierto, no habría manera de comprobar si los fideos son tan finos como los cabellos de los seres celestiales.

Rodilla de Cristo es un pan que se expende en el Azuay. Es un pan mestizo, algo gordo y muy horneado. En crudo se lo adorna con queso desmenuzado y pintado con achiote, de modo que con el calor este queso se diluye y quema. Adquiere una forma similar a las laceradas rodillas de Cristo, tal como se las representa en las esculturas de Pampite o de Sangurima.

El término guagua, del quichua, se acostumbra para designar el pan de finados o mejor, para comerlo el día de difuntos. Es curioso, pero a la guagua de pan se opone el soldado de pan. No queda aquí la metáfora, también se dice guagüito de carne, que no es otra cosa que carne molida rellena con zanahorias, huevos duros y aceitunas. En este apartado puede incluirse el niño de col: hoja de col cocida y rellena con carne molida, aceitunas y huevos duros. No se nos quita que este último plato algo tiene que ver con la tradición de la Europa Central.

Ya no es metáfora el locro de uñas porque su nombre no alude a semejanza alguna sino a la confección del locro que se lo hace con papas hervidas y peladas con las uñas.

Otras metáforas son claramente de origen español, pero posiblemente olvidadas en la Península, éstas son: dedos de dama que en Ecuador se sirven con champaña –licor que en nada se parece al original– con ocasión de grados, matrimonios casi siempre teatrales, inauguraciones de obras públicas, condecoraciones, bautizos de locales barriales, etc. Los suspiros que van muy bien con crema pastelera y los brazos gitanos que muy recios aparecen en las ferias locales y en los toros populares.
Vayamos ahora con la escatofagia. Pocas metáforas hemos podido recopilar: caca de perro, que no es otra cosa que el maíz garrapiñado. Dulce de buena presencia y delicioso. Sobra la explicación. Caquitas del Niño se decía en algunos lugares a los buñuelos de Navidad, expresión que revela la versión muy humana y americana del misterio de la Encarnación.

No fue necesario entrar en la etimología de las palabras. Todos conocen estos manjares, aunque se nos escapan esas finas galletas, similares a los dedos de damas, denominadas lengüitas y las orejas que por ser unas pastas muy grandes hostigan a los niños.

En fin, la gente que concurre a la feria –la mayoría de la población, porque la minoría tiene tarjetas para los supermercados y comisariatos– compra una mano de plátanos o una cabeza de verdes. Hay quienes buscan, para curarse del riñón y la vía urinaria, una porción de pelo de choclo, este sí muy similar a las muy cuidadas cabelleras de los ángeles.


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