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Por Ecuador Terra Incognita
Foto Jorge Anhalzer / Visualfund

Ecosistemas del Ecuador

El bosque tropical es el refugio de una gran variedad de anfibios


Los valles secos


Se encuentran en medio de la cordillera occidental y oriental. El Chota, cuna de futbolistas; Guayllabamba, tierra de sabrosas chirimoyas; y Ambato, de flores y frutas, son lugares donde sus bosques nativos tienen algo en común: la falta de agua, los cactos, las acacias, algarrobos y pencos, y en general plantas con hojas transformadas en espinos para evitar la pérdida de agua. Pero no todo es así, generalmente las riberas de los ríos son muy fértiles y existen pequeñas zonas verdes a manera de oasis. La fauna común se compone principalmente de ratones de campo, halcones peregrinos o quilicos, de tayos o aguaitacaminos; también se puede encontrar armadillos y lobos.

El bosque húmedo tropical

Este es, con seguridad, el ecosistema más nombrado y el menos conocido por la mayoría de ecuatorianos. Al punto que muchos solo podrían describir “la selva” por películas como Tarzán, lo cual es triste si consideramos como verdad que nada supera a la realidad. Es el lugar más biodiverso del Ecuador y también el más exótico. La naturaleza, con relación a otros ecosistemas, parece haber privilegiado estos bosques con gigantescos árboles como los ceibos y matapalos, infinidad de prodigiosas plantas, flores y frutos, y la mayor variedad de invertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

El bosque seco de la Costa

En este caso, nadie mejor que los manabitas y guayaquileños para describir el hermoso, aunque algo desolado paisaje. Lo más sobresaliente son los árboles de porotillo y el ceibo. En cierta temporada, la época seca, pierden todas sus hojas; su propósito es conservar la poca agua que existe; durante este período, en el caso del ceibo especialmente, la fotosíntesis se realiza en el tronco, por lo que se vuelve todo verde. También son típicos los cactos y arbustos como el zapote de perro y los muyuyos.
En las partes altas de las montañas costeras ocurre que, por efecto de los vientos, el clima es más húmedo y por lo tanto la vegetación difiere del entorno. En los pocos sitios bien conservados que aún quedan son comunes los guayacanes y los fernán sánchez. En estos ecosistemas existen gavilanes de dorso gris, armadillos, guatusas, osos hormigueros, varios ratones de campo y uno de los pocos marsupiales ecuatorianos, la zarigüeya.

Los humedales

Esta denominación abarca bosques como los manglares o zonas inundadas, lagos, lagunas y ríos. Últimamente la atención se ha centrado en el manglar, y no es para menos si consideramos que estamos a punto de perderlos para siempre. En poco tiempo, en lugar de llegar a exportar, tendremos que importar cangrejo y habremos perdido el sabor de uno de los más apetitosos manjares, la jaiba de manglar.

Ecuador posee seis de las 50 especies de mangle en el mundo. Si desaparecen no solo perderemos la oportunidad de saborear una buena cangrejada; asociados a este tipo de bosque existen cientos de especies de aves como la espátula, garzas y cormoranes, y es probable que muy escondido, entre las raíces zancudas, aún sobreviva algún cocodrilo de la Costa.


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