Entre
los insectos, los mántidos siempre han
llamado la atención del hombre debido
a su singular belleza, su postura antropomórfica,
su aspecto sobrecogedor y el mito erótico-religioso
que los envuelve.
El primer mántido descrito para la ciencia
fue Mantis religiosa, una especie que se encuentra
en el Viejo Mundo y en Estados Unidos. Este
nombre refleja la creencia de que los mántidos
eran insectos serviciales, piadosos y místicos;
la palabra “mantis” en la antigua
literatura griega significa profeta, y el término
“religiosa” se refiere a la posición
de sus patas anteriores que simula una plegaria.
En la antigüedad, los egipcios los consideraban
deidades menores que indicaban a las almas de
la muerte el camino hacia los espíritus
divinos. En Europa y África creían
que los mántidos anunciaban, con sus
patas anteriores, la ruta correcta a los caminantes
perdidos. Aún hoy indican a los musulmanes
la dirección hacia la Meca.
En Ecuador, algunos campesinos piensan que ellos
señalan la dirección del lugar
que uno pregunta; y los shuaras, el lugar donde
se encuentra la planta del camote. Los mántidos
son carnívoros y debido a su voracidad
tienen reputación de crueles, caníbales
y hasta diabólicos; en China eran utilizados
para pelear en juegos de arena. Usualmente se
alimentan de otros insectos pero pueden llegar
a comer vertebrados más grandes que ellos,
como ratones, aves, sapos, lagartijas y culebras;
atrapan sus presas utilizando sus patas anteriores
y las comen vivas.
Las hembras tienen fama de amantes asesinas
porque, en algunas ocasiones, durante el apareamiento
la hembra ha decapitado a su compañero
sin que éste interrumpa la copulación.
Estas observaciones han llevado a catalogar
el canibalismo como un rito sexual en estos
insectos, aunque este comportamiento ha sido
registrado solo en pocas especies de la zona
temperada y nunca en especies tropicales del
Nuevo Mundo. Son muy importantes dentro de la
pirámide alimenticia, porque son predadores
que controlan el tamaño de las poblaciones
de muchos insectos y a su vez son presas de
otros carnívoros. Son generalistas, es
decir que se alimentan de lo que pueden atrapar,
por ello no son utilizados en el control biológico
de plagas, ya que comen indistintamente insectos
perjudiciales y benéficos para las plantaciones.
Actualmente, en Europa y los Estados Unidos
muchas personas los tienen como mascotas; mientras
que en el noreste de India los utilizan como
alimento y en China como medicina para curar
la impotencia sexual.
Los parientes más cercanos de los mántidos
son las cucarachas y las termitas. Se han registrado
cerca de 1 900 especies de mántidos en
todo el mundo, la mayoría de ellas habita
en la zona tropical, entre O y 2 000 metros
de altitud. En el Ecuador se conocen alrededor
de 70 especies, de las cuales 40% son endémicas.
La mayor diversidad de especies ecuatorianas
se encuentran en el Oriente y en la Costa, mientras
que en la Sierra se conocen solo seis especies
y en Galápagos, una.
Los mántidos pueden identificarse a simple
vista: tienen una cabeza triangular móvil
cuyas esquinas superiores están ocupadas
por ojos compuestos muy desarrollados, y un
cuello o pronoto largo, que, en conjunto con
la cabeza, forma una especie de periscopio.
Las patas anteriores son raptoras y tienen forma
de guadaña, con ellas capturan sus presas
que quedan remordidas entre sus fuertes espinos.
Los machos presentan alas, y estas pueden ser
opacas o transparentes dependiendo de la especie;
las hembras en cambio pueden o no presentar
alas, y en algunos casos éstas son muy
reducidas.
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No 5
de ECUADOR TERRA
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