N° 41 Mayo - junio 2006
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Texto Pedro Grefa
Foto Pete Oxford y Renee Bish

Parque Nacional Sumaco -Napo-Galeras

Las presas deben tener cuidado, pues un ocelote (Leopardus pardalis) está al acecho. SU presencia es un indicador del buen estado de conservación de la zona.

En mayo de 1987, un terremoto sacudió la zona del volcán Reventador, en la cordillera Oriental de los Andes. El sismo destruyó la carretera principal y el oleoducto que conectaba los campos petroleros del Oriente con la Costa de Ecuador. Esto hizo necesaria la apertura de una vía alterna (hoy la vía Hollín-Loreto-Coca) por una zona de grandes bosques tropicales primarios que hasta entonces eran inaccesibles. Inmediatamente, grupos ambientalistas nacionales e internacionales vieron la urgencia de conservar la biodiversidad del sector, y solicitaron al Estado ecuatoriano la creación de un área protegida.

Así, en 1994 se creó éste parque, con una extensión de 190 562 hectáreas en la zona que circunda el volcán Sumaco y los cerros Negro y Pan de Azúcar. Posteriormente, por pedido de representantes de las comunidades indígenas quichuas de la zona, se incluyó el área que circunda la cordillera Galeras, con lo que, en la actualidad, el territorio total del Área Protegida (llamada Parque Nacional Sumaco-Napo-Galeras) alcanza las 205 249 hectáreas. Políticamente, el Parque se halla en tres provincias de la Amazonía ecuatoriana: Napo, Orellana y Sucumbíos. Por encontrarse al pie del ramal oriental de la cordillera de los Andes, posee condiciones geológicas y climáticas que han propiciado el desarrollo de una gran variedad de especies. La altitud del Parque va desde el bosque húmedo tropical (a los 500 msnm) junto al río Napo, hasta el páramo andino, desde los 3 400 hasta los 3 732 msnm de la cumbre del volcán Sumaco.

El Parque presenta una gran diversidad de especies de flora y fauna. Las investigaciones aún no han cubierto toda su extensión; sin embargo, lo ya descubierto demuestra que los recursos biológicos y genéticos presentes son un inmenso potencial que debe investigarse, conservarse y aprovecharse de manera sustentable. Se calcula que el PNSNG contiene más de 6 000 especies de plantas identificadas. Se han colectado 100 especies de palmas, de las que el 60% resultaron nuevas para la ciencia. Se han descubierto, además, 20 especies nuevas de orquídeas.

La mayor diversidad de árboles se encuentra bajo los 800 msnm, en bosques que contienen más de 205 especies por hectárea. Entre las especies forestales más importantes están el cedro (Cedrela odorata), el colorado (Guarea kunthiana), el porotillo (Erythrina edulis), el copal (Dacryodes cupularis); entre la palmas, tenemos a la chonta (Bactris gasipaes) y a la chambira (Astrocaryum chambira), usadas para alimentación, construcción de viviendas y artesanías. En cuanto a la fauna, se han registrado 81 especies de mamíferos, entre éstos, la mitad de murciélagos hallados en el Oriente ecuatoriano. Se han encontrado, además, 58 especies de serpientes, 31 de sapos y seis de tortugas, una cantidad difícilmente observada en otras regiones. Entre los mamíferos encontramos al jaguar (Panthera onca), al puma (Puma concolor), al tigrillo u ocelote (Leopardus pardalis y Leopardus wiedii), al oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla), al oso de anteojos (Tremarctus ornatus), a la nutria (Lontra longicaudis), a la danta (Tapirus pinchaque), al armadillo gigante (Priodontes maximus) y al mono araña (Ateles belzebuth).


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