Además,
quien logre acercarse a ellos debe tener cuidado
con ubicarse muy cerca, pues es frecuente
que, temerosos de la presencia de desconocidos,
decidan arrojarles ramas, orinarlos o defecar
sobre sus cabezas, todo esto acompañado
de gritos de alarma similares a los ladridos
de un perro.
Los monos araña viven en grupos. En
condiciones naturales pueden formar tropas
de 30 o más individuos; sin embargo,
estas agrupaciones no son vistas frecuentemente,
pues todas las mañanas los miembros
de cada tropa suelen, aunque no siempre, toman
rumbos distintos; algunos solitarios, otros
en parejas, tríos o cuartetos, se separan
para buscar su propio alimento, actividad
a la que dedican las primeras horas de la
mañana o las del fin de la tarde, mientras
que el resto del día prefieren descansar.
Al llegar la noche, nuevamente se juntan en
el grupo central.
Dieta
y reproducción
La
dieta de estos primates esencialmente está
formada por una gran variedad y abundancia
de frutos maduros; por esto también
cumplen un importante papel como dispersores
de semillas, ya que las transportan en sus
tractos digestivos y luego las defecan enteras
y listas para germinar.
Cuando los frutos son abundantes, es posible
encontrar grupos numerosos alimentándose
de un solo árbol, mientras que cuando
escasean, pueden comer también hojas
tiernas y flores; en esos casos suelen fraccionarse
en grupos pequeños.
En términos de reproducción,
los bracilargos son, después de los
seres humanos, los primates menos exitosos
del territorio ecuatoriano. De hecho, una
hembra puede concebir a partir de los 4 o
5 años de edad, aunque por lo general
lo hace cuando ha superado los 6 o 7 años.
Además, paren una sola cría
por vez luego de un período de gestación
que supera los 7 meses y en lapsos de 2 a
4 años. Afortunadamente, se ha visto
que la proporción de hembras adultas
es dos o más veces más grande
que la de machos.
¿Monos o gente?
El parecido entre la anatomía del mono
araña y la del ser humano, reforzado
acaso por el gran tamaño del primero,
no ha pasado desapercibido para los diferentes
pueblos indígenas que habitan los trópicos
de Ecuador. De hecho, en algunos mitos y leyendas
de la región aparecen seres sobrenaturales
que en su forma y comportamiento tienen elementos
de ambos.
Según la mitología shuar, quien
sueña en gente blanca con barba, logrará
al día siguiente una buena cacería
de washi (que en lengua shuar significa
mono araña). También existen
relatos de diferentes etnias en los que los
monos araña muestran una constante
ambigüedad entre la forma animal y la
humana (léase al final de este artículo
el mito de los hombres rabudos).
Para los achuar, en cambio, el mono washi
no es comestible, porque consideran que se
parece mucho a los shuar; así, cuando
atrapan monos araña usan sus pieles
para confeccionar bolsos, la grasa para curar
a los enfermos y la carne para alimento de
los perros. Mientras que en los pueblos Siona-Secoya
del nororiente, los monos araña reciben
el nombre de pai take o pai naso,
que significa mono gente.
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