N° 39 Enero - febrero 2006
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Texto Alexander Hirtz
Foto José Manuel Manzanares

El negocio de las bromelias.
Un tesoro a la vista

En la naturaleza también se dan casos espontáneos de cruces entre especies similares, originando lo que se conoce como híbridos. A la izquierda se observa un híbrido natural de Guzmania junto a otros del género Vriesea.

En los años setenta inicié la comercialización de bromelias, para lo cual formé la empresa Ecuaflor. Entonces pude exportar diversas plantas de bromelia, cumpliendo con todos los requisitos legales, a varios países del mundo.

Al principio sustituí en esta actividad a mi abuelita, la doctora Elizabeth Naundorff, quien financiaba sus expediciones científicas con pequeños envíos de plantas a diferentes entidades internacionales.

El negocio de Ecuaflor fue muy rentable hasta 1976, año en el que el Ministerio de Agricultura prohibió esta y otras actividades relacionadas con la flora nativa del país. Mi empresa dejó de existir y el negocio incipiente de la exportación de bromelias quedó truncado en el Ecuador. Este recurso, pienso, todavía podría ser aprovechado en bien del país.

Las bromelias

Las bromelias son un tipo de plantas vasculares. Su gran variedad de formas, espectaculares colores y fácil cultivo hacen que muchas de ellas resulten ornamentales y, por ende, que sus flores sean apetecidas en el mercado. En definitiva, las bromelias son un tesoro por ser descubierto.

Como su distribución natural está limitada al Nuevo Mundo, los botánicos y jardineros del viejo continente, e inclusive de África, Asia y Australia, son ávidos coleccionistas de bromelias.

Estas plantas son muy comunes en la naturaleza; se encuentran desde el sur de Estados Unidos hasta el sur de Argentina, desde el nivel del mar hasta los 4 000 metros de altitud. Se conocen aproximadamente 3 000 especies, las cuales se han adaptado a los más variados y extremos climas, como las peñas inhóspitas, las dunas desérticas o las selvas más húmedas... inclusive crecen en los cables telefónicos elevados entre postes. En efecto, están en todos los parajes del Ecuador, pero aun así pocos las conocen, seguramente porque no sabemos apreciar nada de lo nativo.

Las bromelias son muy fáciles de cultivar y requieren de una infraestructura muy barata en comparación, con la que necesitan otros tipos de cultivos florícolas. Por su fácil cultivo también se pueden convertir en plantas ornamentales caseras.

El mercado

El Ecuador es uno de los mayores exportadores de flores del mundo, pero casi ninguna de las flores cultivadas para la exportación son nativas de la geografía ecuatoriana, y las flores de bromelias, que sí lo son, no se exportan.

¿Pero hay mercado? Naturalmente, todas las floristerías del mundo buscan las novedades en lo exótico con floraciones espectaculares de larga duración. Así por ejemplo, las proteas de África del sur, cuyas flores se venden al detalle hasta por 50 dólares el tallo. Las proteas son un buen negocio para los africanos, a pesar de que son plantas de muy difícil cultivo y que florecen después de varios años. A diferencia de estas últimas, las bromelias pueden florecer en tan solo dos años a partir de semillas y en un año a partir de hijuelos.

La productividad de una plantación de bromelias ornamentales podría ser comparada con la de un sembrío de pifias. El Ananas comosus (la piña) es una bromelia domesticada antes de la Colonia; variedades de ésta han sido desarrolladas en diferentes lugares, especialmente en Hawai.

Lee el artículo completo en la edición No 39 de ECUADOR TERRA INCOGNITA


 


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