Debo
ser honesto, yo tampoco me había preguntado
en dónde reposan los restos de las
personas que han destacado en la historia
del Ecuador. Todo empezó en el verano
de 1998 mientras caminaba por las calles de
la vieja Europa. En mi recorrido tropecé
con las tumbas de Raphael, Miguel Ángel,
Mozart, Napoleón, Cristóbal
Colón y otras tantas importantes figuras
que ha dado la humanidad y que son constantemente
visitadas por gente de todo el mundo.
Mientras atravesaba el Atlántico de
regreso a Ecuador pensaba en los personajes
importantes de nuestra historia y me preguntaba
en dónde reposan sus restos mortales.
“¿Dónde están enterrados
Eloy Alfaro, Juan Montalvo, Eugenio Espejo
y otros ecuatorianos destacados?” me
repetía mientras lamentaba que en el
país se haya hecho tan poco por difundir
la ubicación de sus tumbas y homenajearlas.
De lo único que tenía conocimiento,
por un recuerdo de infancia, es que mi profesor
de Historia dijo alguna vez en sus clases:
“Niños, la tumba de Sucre, el
Mariscal de Ayacucho, está en la iglesia
del Carmen Bajo, en el Centro Histórico
de Quito”. Nada más anacrónico.
Me propuse entonces hacer un listado del paradero
de las tumbas de los hombres y mujeres que
han destacado en la vida del territorio que
hoy pertenece al Ecuador. Como punto de partida,
empecé por determinar una serie de
nombres que consideraba importantes, así
como el lugar y fecha de su defunción,
datos que me ayudarían a saber por
dónde empezar la búsqueda. Luego
vino una investigación en bibliotecas,
centros de documentación, hemerotecas
y, por supuesto, horas navegando en Internet,
para luego desplazarme hacia algunos de los
lugares y tratar de confirmar la información
obtenida.
Este listado poco a poco iba creciendo, primero
fueron 50 nombres, al poco tiempo 100 y al
terminar de escribir este artículo
había completado 160 personajes.
Como es fácil de imaginar, la mayoría
de quienes han sido reconocidos como personas
notables del Ecuador, reposan en las dos ciudades
más grandes del país: Quito
y Guayaquil, aunque en distintas condiciones.
Por supuesto, otras ciudades del país
también albergan a insignes ecuatorianos,
en especial Cuenca y su Cementerio General,
donde se construyó el Mausoleo de Personajes
Ilustres, lugar que alberga, por ejemplo,
a Benigno Malo, Honorato Vásquez y
Antonio Borrero. A pocos metros de la parte
antigua del cementerio reposan los restos
de Luis Vargas Torres.
Arrabal
del Cielo
En la Capital de la República, y desde
sus inicios como ciudad española, han
existido numerosos cementerios, criptas y
otras locaciones de diferente precio y estilo.
La variedad ha permitido que, en algunos casos,
nuestros personajes hayan podido escoger en
vida el lugar donde mejor descansarían
sus restos, es decir, el que mejor se adaptara
a sus gustos, deseos y posibilidades. En otros
casos, la variedad ha servido para satisfacer
los caprichos de sus deudos.
Desde la época de la Colonia, fue una
costumbre muy popularizada entre la gente
pudiente y de profunda fe cristiana el uso
de iglesias y conventos como lugar ideal para
el sepelio de sus seres queridos; así,
en numerosos templos quiteños reposan
algunos de nuestros personajes más
antiguos, como Bernardo de Legarda y Francisco
Cantuña en la iglesia de San Francisco;
Santa Mariana de Jesús en la iglesia
de la Compañía; o Eugenio Espejo
en la capilla de San José de la iglesia
del Tejar.
Lee
el artículo completo en la edición
No 38 de ECUADOR
TERRA INCOGNITA |
|