Los shuar son conocidos por mantener un elevado
uso de plantas nativas (algunas de éstas
alucinógenas), así como prácticas
shamánicas. El saber shamánico
cumple un importante papel en la construcción
del imaginario del pueblo Shuar, grupo que
habita en las provincias sur orientales del
Ecuador.
En shuar se denomina uwishin al shamán,
o a la persona portadora de conocimiento y,
por lo tanto, de poder. Los uwishin son personajes
que pueden causar temor en las poblaciones,
puesto que mediante artes mágicas y
el uso de conocimientos ancestrales sobre
plantas y brebajes, pueden hacer el bien o
el mal, curar o matar a la gente.
Al parecer uwishin viene del término
uwin, que significa “chonta”,
una palma muy importante dentro de la simbología
de las culturas amazónicas, pues su
uso es diverso: la fruta es muy apreciada
como alimento y se la utiliza para la elaboración
de chicha, su madera sirve para construir
casas y también para hacer diferentes
armas como flechas, arcos y bodoqueras.
Se puede establecer una relación lingüística
entre el significado de las flechas de chonta
que son enviadas por los uwishin a sus enemigos
para causar daños y las prácticas
shamánicas de los grupos quichuas:
estos últimos denominan “chonteros”
a los shamanes shuar.
Cabe anotar que existe una amplia relación
de intercambio mágico ritual entre
estos dos grupos. De hecho, muchos shuar realizan
cursos de especialización bajo la tutela
de shamanes quichuas y viceversa.
El mal (o enfermedad) se produce cuando estas
“flechas mágicas” son enviadas
por uwishines mediante la ayuda de espíritus
o por medio de insectos y avispas que poseen
aguijón y que llevan el mal (las flechas)
en sus agujas.
Muchas veces los shamanes son contratados
para realizar uno de estos ataques o para
repelerlo. Se sabe que en las guerras entre
grupos shuar se ha utilizado el poder de los
shamanes. Los indios amazónicos aseguran
que cuando estas flechas se clavan en alguien,
esa persona resulta “topada” o
“dañada”, y luego se debilita,
enferma y, de no ser curada (es decir, la
flecha no es retirada), muere. El único
personaje que puede retirar estas flechas
y curar al individuo es otro uwishin.
Para evitar ser “dañados”,
los shuar toman natem (Banisteropis caapi)
y malicua (Datura sp.), que son plantas
mágicas, de poder, preparadas en rituales
para prevenir las enfermedades (protegerse
de ataques) y que les permiten pasar de un
plano cotidiano a un plano mágico-curativo.
El natem es el centro del ritual shamánico;
los procesos curativos alrededor de la ingestión
de este alucinógeno están relacionados
al estado del uwishin, quien ayuna prolongadamente
para poder comunicarse con sus espíritus
aliados, a quienes pedirá ayuda para
localizar y retirar las flechas enviadas por
los enemigos. El ayuno abarca cerca de 10
horas, en las que únicamente está
permitido ingerir poca cantidad de yuca, plátano
y chicha, además de tabaco líquido
y cierta cantidad de alcohol.
Las ceremonias son nocturnas, puesto que la
noche es el espacio ideal para relacionarse
con el mundo mágico; según sus
creencias, en este lapso los espíritus
y los animales mágicos salen al mundo
terrenal. Por esto, la ingestión del
brebaje se da ente las 19 y las 20 horas,
aunque su preparación ha tenido lugar
desde mucho antes, ya que éste necesita
varias horas de cocción para lograr
que los diferentes alcaloides se activen.
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No 32 de ECUADOR
TERRA INCOGNITA |
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