La orquídea, para tantos simplemente
una flor exótica y cara, pertenece,
por una gran diferencia, a la familia más
numerosa del reino vegetal, pues de cada diez
especies de plantas una es de orquídeas.
En el planeta Tierra, de las 280 000 plantas
vasculares conocidas, 28 000 son especies
de orquídeas; esto sin contar que el
hombre las ha hibridizado por 150 años
y ha registrado más de 150 000 nuevos
cruces.
Resulta extrañísimo que, a pesar
del increíble número de especies
e híbridos, la orquídea sea
literalmente desconocida en muchas partes
del mundo y solo la encontremos como la flor
más cara en floristerías, cultivada
en los jardines botánicos y, ocasionalmente,
en colecciones privadas.
Según proyecciones científicas,
no es descabellado pensar que en nuestro país
una de cada cuatro especies es de la familia
de las orquídeas. Pero muchas personas
nacidas aquí dirían que casi
nunca han visto una. Sí, entre los
ecuatorianos, la orquídea es bastante
ignorada y esto resulta extraordinario si
consideramos que en los bosques primarios
del Ecuador se han identificado, a la fecha,
4 187 especies (y se estima que sobrepasarán
las 5 000), lo que representa cerca del 60%
de las especies identificadas en América
del Sur y 40% de las especies del continente
americano.
El Ecuador es el país con la mayor
biodiversidad del mundo tomando en cuenta
su reducida superficie geográfica,
por esto, hace treinta y cinco años,
los gobiernos de Dinamarca y Suecia y el Jardín
Botánico de Misuri decidieron recopilar
y publicar la obra completa de la flora del
Ecuador.
A la fecha ya se han publicado, aproximadamente,
40 volúmenes que tratan de 45 familias
de plantas; el total estimado será
de 110 volúmenes, sobre 200 familias.
Un estudio actualizado sobre la flora ecuatoriana
clasificada determina la existencia de 17
000 especies. De estas, la familia de plantas
con el mayor número de especies corresponde
a las orquídeas, cantidad equivalente
al 24% de la flora nativa ecuatoriana descrita.
Si hay tantas orquídeas en nuestro
territorio, y si de cada 10 especies de plantas
silvestres 4 son orquídeas, ¿por
qué no las vemos con facilidad en nuestros
paseos por los bosques nativos?
Las orquídeas sí están,
pero nos falta el conocimiento y el entrenamiento
para reconocerlas. Están en todos los
sitios donde la naturaleza no haya sido talada
o quemada. Las encontramos desde el nivel
del mar hasta los pajonales a 4 200 metros
de altura. Crecen sobre los árboles,
en los flujos rocosos de lava volcánica,
en los despeñaderos y quebradas, en
los taludes de los carreteros y, más
de 400 especies, en el piso de los bosques
y pajonales nativos.
La mayoría de las especies de orquídeas
no son atractivas para los humanos, pero sí
para los insectos y colibríes. Estos
se acercan a las flores para buscar alimento,
entonces, el polen se pega en diferentes partes
de su cuerpo y más tarde es llevado
por el animal a otras flores de orquídea,
colaborando así, sin proponérselo,
con su polinización y reproducción.
Los ejemplares que estamos acostumbrados a
ver en las floristerías son, generalmente,
el producto de un centenar de años
de cruces entre diferentes especies de orquídeas
para obtener flores comerciales.
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el artículo completo en la edición
No 31 de ECUADOR
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