Numerosos microorganismos, plantas y animales
producen veneno. Químicos y farmacólogos
los han investigado. Sin embargo, la mayoría
de estos seres y sus moléculas nocivas
siguen siendo una incógnita para la
ciencia. Estudios sobre el tema, en especial
aquellos relacionados con la Ecología
y la Biología Evolutiva, han demostrado
que algunos venenos, en ciertas dosis, pueden
ser utilizados como antibióticos o
estupefacientes.
Un ejemplo es la sustancia secretada por la
“rana tricolor ecuatoriana” (Epipedobates
anthony); se trata de un potente veneno
que, en dosis correctas, sirve como uno de
los mejores analgésicos registrados
por la investigación médica.
Esta peculiar compatriota pertenece a la gran
familia de los dendrobátidos, ranas
venenosas que habitan en Centro y Sudamérica
y en algunas islas de las Antillas. En nuestro
país, los dendrobátidos ocupan
las estribaciones y las zonas tropicales de
ambos lados de la cordillera de Los Andes
e incluso se han registrado especies en la
zona altoandina.
Luego de Brasil y Colombia, Ecuador es el
país con mayor diversidad de especies
de anfibios; en el territorio nacional han
sido registradas 431. De todas estas, solo
48 son dendrobátidos (entre estas están
los géneros Dendrobates, Colosthetus,
Allobates, Epipedobates y Phyllobates).
Estas ranas ocupan un hábitat muy extenso,
ciertas especies pueden ser halladas a lo
largo de pequeños riachuelos, otras
viven lejos de los cuerpos de agua; algunas
prefieren la vegetación de las planicies
y otras los bosques de las colinas.
También hay especies de dendrobátidos
que pasan la mayor parte de su vida sobre
las plantas epífitas de los bosques
tropicales, en especial bromelias (Las epífitas
se caracterizan por vivir adheridas a las
hojas, ramas o troncos de otras plantas).
Estas ranitas han llamado la atención
de muchos científicos, debido principalmente
a la variada gama de colores que presentan
en su piel, a la diferente potencialidad de
las toxinas que producen en esta, y a su intrincada
y novedosa forma reproductiva.
Algunas características
Los dendrobátidos son ranas pequeñas,
su tamaño varía de uno a cinco
centímetros. Son terrestres y diurnas.
Estas pequeñas criaturas nos asombran
por la gran belleza de su piel; las múltiples
combinaciones de colores que la componen y
su intenso brillo hacen que para muchas personas
mirarlas sea un placer. Los colores y su disposición
pueden variar entre especies, las tonalidades
van desde el azul hasta el anaranjado. Estos
son sintetizados por numerosas células
dérmicas que contienen pigmentos. La
variación de colores y brillantez de
la piel tiene un uso más importante
que “recrear la vista de los humanos”:
son una advertencia para que los potenciales
predadores sepan sobre el veneno que podrían
ingerir si es que deciden incluirlas en su
menú.
Los alcaloides (venenos) son sintetizados
por glándulas microscópicas
de la piel de estas ranas como respuesta a
situaciones de peligro (como cuando son atrapadas
por un predador) entonces, antes de que éste
las pueda masticar o tragar, recibe una dosis
de veneno que entumece sus fauces o al menos
le dejan un muy desagradable sabor.
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el artículo completo en la edición
No 29 de ECUADOR
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