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Por Richard Salazar
Foto Jorge J Anhalzer / Archivo Criollo

El Quinche: antigua tierra sacra

El Quinche cada año recibe a miles de peregrinos que acuden para rezar a la Virgen, famosa por sus milagros.

Finales del siglo XVI, época de la llegada de los españoles a Sudamérica. Nos encontramos en un tiempo de evangelización intensiva en el continente, labor fundamental de los ibéricos para el gobierno de las tierras recientemente “descubiertas”. En este clima, los españoles traían los símbolos religiosos importantes para su devoción, cargada con su propia cultura popular. Uno de los más fuertes y difundidos, entonces y hasta la actualidad, era la imagen de la virgen María, misma que ha provocado siempre polémicas controversias debido tanto a los variados eventos asociados a su presencia, como a las grandes críticas que suscita su imagen en otras religiones.

El primer santuario que se construyó en la América hispana fue el de la Virgen de Guadalupe en México, el cual conforme ha pasado el tiempo ha seguido acentuando su popularidad y devoción entre mexicanos y extranjeros, habiéndose convertido prácticamente en un símbolo de identidad nacional. Así mismo llegó su devoción al Ecuador. En Guápulo, desde 1561 se veneraba una pintura de la Virgen hasta que, 20 años después, un grupo de comerciantes y notables fundó la Cofradía de la Virgen de Guadalupe, y fue don Diego de Robles, un mentado escultor español de imágenes religiosas, quien la talló hacia el año de 1587. A partir de ese momento, Guápulo empezó a recibir un inusitado oleaje de peregrinos que acudían a su santuario a venerar la imagen, incluido el entonces obispo de Quito, fray Luis López de Solís, quien tenía a éste como su lugar favorito de visita a la Virgen y peregrinación.

Sabiendo de la capacidad milagrosa de la Virgen, los indígenas de Lumbisí, un poblado vecino al valle de Cumbayá, pidieron a Diego de Robles que les esculpiera una para ellos adorarla en su caserío, esperando que fuera igualmente milagrosa. Éste accedió; sin embargo, una vez terminada la obra, los indígenas no tuvieron con qué pagar, razón por la cual Robles tuvo que buscar nuevos interesados para su reciente trabajo. Cabe mencionar que, casualidad o no, cuatro de las vírgenes más veneradas y respetadas actualmente en el país fueron esculpidas por este artesano español: la Virgen del Cisne (en la provincia de Loja), la Virgen de Cicalpa (en Chimborazo), la Virgen de Guápulo (cuya imagen original se quemó en el funesto incendio del santuario a finales del siglo XIX) y la Virgen de El Quinche.

¿La Virgen de El Quinche o de Oyacachi?


Para estos tiempos Oyacachi, un pequeño pueblo indígena ubicado en las estribaciones de la cordillera Oriental, al este de Quito, se encontraba amenazado por una temible plaga de osos que había dejado como saldo la fatal pérdida de varios niños, lo cual obligó a sus habitantes a mudarse de sector en varias ocasiones.

Cuenta la leyenda que en el momento más crítico, los oyacachenses se vieron en la urgencia de buscar algún lugar que los mantenga a salvo de los temibles osos, protección que encontraron en una caverna de formación natural. Un día, de manera casual y misteriosa pasó por ahí una hermosa mujer de rasgos extranjeros, tez blanca y largos cabellos, con un niño en brazos.

Lee el artículo completo en la edición No 18 ECUADOR TERRA INCOGNITA

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