El museo del Carmen Alto, en Quito, busca romper el mito de que los museos son rígidos espacios a los que solo se entra para ser aleccionados. Lo hace a través de la cocina: ese espacio de intercambio y construcción colectiva de saberes, donde se encuentran la tradición, el arte, los rituales y los afectos. Para ello, el proyecto “Del rito a la cocina”, que arrancó el 26 de marzo y se extiende hasta diciembre, fusiona talleres, encuentros y recorridos por los espacios del museo, en los que se revisará, en una primera sesión, la historia de nuestra cocina: la indígena, la mestiza, aquella que evolucionó durante el siglo XX. En sesiones posteriores se hablará de cocina por la paz, cocina conventual, la niñez y la cocina, cocina e identidades, el comercio justo, cocina de las nacionalidades y cocina de navidad. Se hará una sesión por mes; en cada una, se hablará, además, sobre el uso ritual y culinario de dos plantas: uva y ají, tomillo y rosa, naranja y menta, orégano y romero. Sendos talleres tratarán del cacao y la fanesca. El proyecto propone la construcción colectiva de un espacio en el que la cocina genere el sentido de comunidad, de conocimientos, memorias ehistorias comunes. Abierto para todo el público.
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