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no. 123
noviembre 2021

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Carta del editor

Las sociedades humanas, como los ecosistemas naturales, son complejos entramados de seres y de las relaciones que surgen entre ellos. Unas y otros son amasijos de interdependencias más o menos estrechas e ineludibles. Nadie puede existir en aislamiento; todos estamos involucrados en las extensas y convolutas marañas que nos rodean y sostienen. La “trenza de la vida”, llama a estas relaciones el poético título de nuestro primer artículo. En él, Camila Peña y Mario Moncayo nos presentan a la flor del gañal, un arbusto andino pródigo en usos para los grupos humanos que lo conocen. Sin embargo, el artículo más bien se enfoca en otro tipo de generosidad que los ecólogos están desentrañando. Han encontrado que la flor del gañal es el epicentro de una diversa comunidad de animales que dependen de su néctar para alimentarse, y que, a su vez, hacen minga para transportar el polen de una flor a otra, perpetuando así el tejido de esa trenza vital.

De la misma forma, geógrafos culturales y antropólogos hace ya algún tiempo abandonaron la concepción del paisaje como un telón de fondo donde ocurren las actividades humanas, propia de la perspectiva lineal y centrada en la mirada, del siglo XIX. El paisaje también es una trenza multidimensional que se construye todos los días. En él confluyen las fuerzas históricas y naturales con los valores y las relaciones de poder de la sociedad de donde surge. Al mismo tiempo, el paisaje da forma a la cultura y a las comunidades humanas de las que forma parte. En esta edición, dedicada al paisaje, combinamos las sublimes imágenes seleccionadas del archivo de Marcela García, una de las fotógrafas que más ha insistido en comprender y registrar nuestra geografía, con reflexiones menos placenteras. Cualquier observador atento puede dar testimonio del deterioro al que está siendo sujeto nuestro paisaje. ¿Qué relación tiene ese desprecio por nuestro horizonte común con la actual descomposición de la sociedad nacional? Son temas que, esperamos, susciten el interés renovado de ustedes, nuestros lectores.