Publicaciones

Anfibios de Junín

Juan Freile, Luis Coloma, Andrea Terán, Diego Acosta, Elicio Tapia y Gustavo Pazmiño

Centro Jambatu, Quito, 2020

88 páginas, sin costo,
fundacionjambatu@gmail.com

Si algo distingue a la mayoría de anfibios es su predilección por hábitats sanos, sean estos bosques, ríos, arroyos, charcas o pantanos. Esto puede explicar que, en su conjunto, sean el grupo de vertebrados terrestres más amenazados de extinción. Explica, además, que sean buenos indicadores de los impactos humanos y la pérdida de bosques. Esta guía nos introduce a los anfibios de una zona crítica para la conservación: los bosques nublados de Junín, al occidente de Imbabura. Se trata de los bosques nublados del Chocó andino, una de las zonas más biodiversas y ricas en endemismo del planeta. Además, Junín lleva tres décadas de defensa de su territorio contra la explotación minera. La guía presenta información detallada sobre 22 anfibios, incluidas sus dos especies más representativas: la rana arlequín hocicuda y la rana nodriza confusa. Estas dos ranitas se encuentran solo en Junín y son las abanderadas de la conservación en la zona. Cada especie cuenta con fotografías e información de identificación, hábitat, historia natural, vocalizaciones y distribución. Además, se incluye una lista de especies que podrían encontrarse en el área. El uso de esta guía en Junín ayudará a promover una actividades que hace importante contrapeso a la minería: el turismo de naturaleza.

La expedición de Humboldt y Bonpland en la antigua provincia de Guayaquil

Carlos Ruales y Xavier Cornejo

USFQ, Abya-Yala, Embajada de Francia,
Quito, 2020

240 páginas, US$ 24, pedidos (02) 2506 267

A inicios de 1803, Alexander von Humboldt, Aimé Bonpland y Carlos Montúfar exploraron Guayaquil durante cuarenta días. Desde su llegada hasta el último momento antes de partir, realizaron observaciones y colectas científicas que publicarían años después. Este libro recrea el recorrido de Humboldt y sus colegas en Guayaquil y sus alrededores. Describe el entorno de la ciudad portuaria, sus personajes, paisajes y, en particular, los árboles que la expedición estudió. Destaca la repetida imagen de bosques abundantes, manglares espesos y maderas finas en lo que hoy son zonas agrícolas o urbanas. El grueso del volumen lo forman las descripciones de más de setenta árboles, sus usos y maneras de identificarlos, con fotos e ilustraciones. Para una veintena de especies, se incluyen ilustraciones originales hechas hace más de doscientos años. En cuanto a usos históricos, el énfasis es en las maderas para construcción, ebanistería y la industria astillera. Mucha madera se usaba en Guayaquil, pero también se exportaba a Lima, Arica o Trujillo. Por último, la obra sugiere árboles que deberían sembrarse en la ciudad por ser parte de su patrimonio botánico e histórico. Se espera un segundo volumen que se referirá exclusivamente a las colecciones botánicas hechas durante esta expedición.