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no. 121
marzo abril 2021

 

 

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Portada de la revista Ecuador Terra Incognita No. 121: El MERS es uno de los varios coronavirus que han pasado de animales a los humanos en la última década. Foto: US NIAID


Portada de la edición actual de la revista Ecuador Terra Incognita

 

 

Carta del editor

Diminuto, etéreo, invisible, y sin embargo monstruoso. Así resultó el nuevo coronavirus, que nos arrebata a familiares y amigos. Lejos de ser una anomalía, el SARS-CoV-2 es parte de los organismos más abundantes de la Tierra. No hay resquicio en que los virus no estén presentes todo el tiempo. Junto con las bacterias y otros microorganismos, no solo están en todas partes sino que determinan muchas de las condiciones de nuestro ambiente, para bien o para mal. Como nos explica Patricio Mena en el aclaratorio artículo con que abrimos esta edición temática, los microorganismos que nos enferman son solo una mínima proporción de su abrumadora diversidad. Talvez muchos más son los que nos resultan beneficiosos y hasta indispensables para la vida. Y quizá aún más los que ni conocemos ni nos afectan en forma alguna, aunque convivamos de cerca con ellos.

De todas formas, es lógico que enfoquemos nuestra atención en estos pocos monstruos microscópicos. Algunos de ellos han sido devastadores, cegando vidas y dispersando fiestas, poniendo a arrogantes civilizaciones de rodillas. Talvez ninguno lo haya hecho de manera tan brutal como el virus de la viruela. Perdonaba la vida solo a la mitad de quienes tocaba, y de aquellos afortunados muchos quedaban ciegos o postrados. El recorrido que Diego Lombeida hace de la estremecedora historia de este mal nos lleva de las criptas de los faraones egipcios hasta los ultratecnificados laboratorios donde se conservan las últimas muestras del virus (pues es la única enfermedad que hemos logrado erradicar).

Como corolario, Danny del Pezo nos invita a volver en el tiempo al Guayaquil de 1842, cuando se desató una epidemia de fiebre amarilla que mató a alrededor del 10 % de la población e impulsó varias reformas en salubridad y urbanismo que serían determinantes en la forma que tomó la ciudad moderna. Queda, pues, en tus manos, querido lector, este mínimo asomo al asombroso, espeluznante y vasto mundo de los seres a los que no podemos ver, pero del que es inseparable nuestro destino.

 

 


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