No. 120 noviembre diciembre 2020
 
 
 
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El Chorro de Girón, en el austro ecuatoriano. Foto: Andrés Togra

Sangay-Podocarpus
Conectar las áreas protegidas


E
l aislamiento al que hemos estado sometidos este año quizá nos ayude a comprender la importancia de la conectividad y los graves impactos de perderla. Asimismo, cuando las actividades humanas interrumpen la continuidad de bosques y páramos, las poblaciones de las especies que allí habitan quedan aisladas, haciéndolas menos viables. Las áreas protegidas no lograrán sostener la riqueza y abundancia de especies si están aisladas de otras áreas naturales.

En Ecuador, cerca de 13 % de los ecosistemas terrestres se encuentran en áreas protegidas, por lo que, para llegar al 17 % al que los países signatarios del Convenio sobre Biodiversidad se comprometieron en 2010, es necesario establecer nuevas áreas. Una alternativa son los corredores de conectividad, que buscan reducir la fragmentación del paisaje, mantener flujos migratorios y sostener la salud de los ecosistemas.

En la cordillera Oriental del sur del Ecuador, en julio de 2020 el ministerio del Ambiente estableció el primer corredor de conectividad, entre los parques nacionales Sangay y Podocarpus. Este corredor cubre más de 567 mil hectáreas de páramos, bosques montanos y premontanos en dieciocho municipios. El 30 % de la hidroenergía del país se produce en cinco centrales que dependen del agua generada en el corredor, y más de 330 mil personas habitan en su área de influencia.

Tras una década de trabajo conjunto entre ministerio, gobiernos locales, universidades, ONG y comunidades se crearon nuevas áreas protegidas que dieron origen al corredor. Su núcleo incluye cuatro áreas del sistema nacional de áreas protegidas, bosques protectores y diez reservas establecidas por gobiernos locales. El restante 24 % son áreas de ocupación humana que buscan mejorar sus prácticas productivas en beneficio de la naturaleza. Recientemente se desarrolló el primer simposio del corredor Sangay-Podocarpus, en el cual se repasaron las capacidades locales y las amenazas que enfrenta el corredor. Estas experiencias sirvieron de base para un acuerdo ministerial que permite el establecimiento de nuevos corredores en otras regiones. (Fabián Rodas)

 





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CONTENIDO REVISTA 120



Portada de la revista Ecuador Terra Incognita No. 120: El volcán Carihuairazo, cuando aún conservaba algo del manto blanco que forma parte de su nombre. Foto: Marcela García

Portada de la edición actual de Ecuador Terra Incognita.