A
pesar de las recientes mejoras, Guayaquil aún
tiene muchos problemas. Un conglomerado humano
de más de dos millones de personas que
se extiende más allá de sí
mismo sin orden alguno. Los pocos millonarios
que hay están tumbando los frágiles
márgenes de vegetación costera
y de manglar para construir nuevas comunidades
amuralladas, tras las que se esconden de la
creciente delincuencia. Los pobres también
tienen que recurrir a extremos: no solo depredan
a los ricos, sino que se asientan y cazan en
áreas de bosque natural.
A pesar de estas amenazas, a menos de 16 kilómetros
del centro de Guayaquil existe un santuario.
A La Cemento Nacional le pareció apropiado
comprar y proteger unos remanentes de bosque,
que subsecuentemente fueron declarados bosque
protector. Hoy en día, al área
no solo alberga abundantes especies de plantas,
insectos y pequeños mamíferos,
sino más de doscientas especies de aves,
monos aulladores, ardillas de Guayaquil, pumas,
y ¡sorprendentemente hasta jaguares! Las
seis mil has, que entre La Cemento y otros siete
propietarios poseen son administradas por la
Fundación ProBosque en Cerro Blanco.
Esta reserva se ha convertido en un último
bastión del guacamayo de Guayaquil (Ara
ambigua guayaquilensis), en serio peligro
de extinción.
La especie Ara ambigua ambigua se encuentra,
de manera más bien discontinua, desde
Nicaragua por el norte hasta Esmeraldas por
el sur. La subespecie de Guayaquil es un poco
más pequeña, tiene el pico más
delgado y tiene una coloración más
verdosa en los flancos y en las plumas remeras
que su pariente Ara ambigua ambigua.
El centro de distribución de la subespecie
Ara guayaquilensis parecen ser los
altamente alterados bosques secos de la costa
sur del Ecuador hasta el extremo sur de la cordillera
de Chongón-Colonche.
En 1994 se encontró en Cerro Blanco el
primer nido jamás investigado para esta
subespecie. Gracias a la colaboración
de Fundación Loro Parque de España
ha sido posible la continua observación
y protección de estas aves. En 1997 se
descubrió otro nido fuera de los límites
del área protegida. La Cemento adquirió
trescientas cincuenta has, para incluir el nido
y los bosques aledaños. En el 2000 un
decreto incluyó esta área en una
ampliación de la reserva a sus actuales
seis mil ha.
Lee
el artículo completo en la edición
No 10
de ECUADOR TERRA
INCOGNITA |
|