Esta es una de las gaviotas más raras. Además de estar circunscrita a Galápagos, su población no pasa de mil individuos.
Habita las rocosas costas del archipiélago, de ahí su nombre y el color de su plumaje. El gris y negro le sirven para camuflarse contra las tonalidades de la lava.
Su vida transcurre en las costas. Allí busca su alimento. Como otras gaviotas, se alimenta de lo que pueda encontrar: pequeños peces, crustáceos, placentas y huevos, pequeñas iguanas y guagua tortugas. También se alimenta de desechos de barcos y basura generada en centros poblados, por lo que sus poblaciones se concentran alrededor de estos últimos. Aquí se escucha su característica carcajada, que es una señal de amenaza o advertencia para sus congéneres.
Durante los treinta días de anidación, la gaviota de lava es solitaria. Su nido es simple y sus huevos son manchados para confundirse con el entorno.
El pequeño tamaño de su población y su rango restringido la hacen vulnerable. Además, está amenazada por la introducción de especies, que depredan sus huevos o portan enfermedades. Una preocupación es el aumento de gallinas, que ha introducido a las islas el virus de Newcastle.