Sus 85 centímetros lo hacen el guacamayos más grande de la Costa. Es muy parecido al guacamayo militar, más pequeño, que se encuentra en los flancos andinos orientales. Al parecer, la subespecie guayaquilensis prefiere el bosque seco y semiseco, aunque también se la encuentra en el bosque húmedo de Esmeraldas. Se alimenta de frutas y semillas de los árboles que frecuenta. Anida en las cavidades de grandes troncos. Como los demás guacamayos, forma parejas monógamas de por vida. La hembra deposita de dos a cuatro huevos en el nido, de los que persisten una y ocasionalmente dos crías, que serán cuidadas por ambos progenitores hasta por varios meses antes de dejar el nido.
Como otros seres endémicos de la Costa, el guacamayo de Guayaquil está amenazado con desaparecer junto con los bosques que habita. Además, es presa apetecida por el tráfico de mascotas. Se desconoce el tamaño de su población, pero algunos cálculos indican entre cien y doscientos individuos en todo el país, lo que lo vuelve muy vulnerable.