No. 134 - noviembre diciembre 2024
   
 
 
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Ilustración de "Chucula", por Esteban Garcés, para la serie de cocina ecuatoriana "Allimicuna", escrita por Julio Pazos Barrera. Revista Ecuador Terra Incognita.


Chucula

 

por Julio Pazos Barrera



Según los esposos Costales Samaniego, la palabra chucula procede de la lengua pasto, pero hay interesados que la conectan con el kichwa por la relación con chuco, o seno femenino. En este caso, la chucula puede compararse con la leche materna. Otros apuntan el origen de la palabra en la lengua de la familia tukano que hablan los sionas-secoyas. Pero en ningún momento Alba Moya, en su libro Ethnos: atlas etnográfico del Ecuador, menciona el término. La etnógrafa señala que los cultivos más frecuentes de los habitantes de las orillas del río Aguarico son la yuca, el plátano, la caña de azúcar y el maíz.

Como puede verse, el plátano y la caña de azúcar pueden dar lugar a la chucula, en su forma más elemental.

Sin embargo, la chucula no parece haberse originado en la Amazonía, puesto que tanto el plátano como la caña de azúcar y la leche fueron productos traídos de España. Trajo el plátano a la isla Española el padre Tomás de Berlanga, en 1510. Berlanga fue también el descubridor del archipiélago de Galápagos, nombre puesto por él.

Se dice que la caña de azúcar hizo su viaje en un barco del segundo viaje de Cristóbal Colón, pero la planta no prosperó. Otros conquistadores la introdujeron en el siglo XVI. De hecho, la leche de vaca y sus derivados fueron obra de españoles; se dice que vacas y toros los trajo al Reino de Quito el padre Jodoco Rique.

La chucula pudo ser un batido de maíz o de yuca o de almidón de achira o de papa, en fin; dejaré de lado las suposiciones y pasaré a la experiencia de la chucula que me aconteció cuando tenía doce años, en Guayaquil. Mi tía batía vigorosamente en una cacerola puesta al fuego algo que me dijo era la chucula. El batido resultó delicioso, como todo alimento que es preparado con cariño. Quise que mi madre repitiera la sabrosa experiencia, cosa que, para ella, siempre era trabajosa, sea la chucula o cualquier otro potaje. Sin embargo, los manjares que componía eran deliciosos debido a las exigencias, años atrás, de mi abuela materna.

Ingredientes: plátano maduro, agua, canela en rama, azúcar, esencia de vainilla, leche, queso rallado. Instrumentos: cacerola de hierro enlozado, batidor de alambre, licuadora, rallador, copas de cristal.
Los plátanos pelados deben cocinarse con agua y canela. Una vez suaves los plátanos se retira la canela. Luego se licuan con el resto de agua y leche. Se vuelve a la cacerola y cocina mientras se bate vigorosamente. Se añade el queso rallado y las gotas de vainilla.

Se sirve en grandes copas de cristal.


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Portada de la revista Ecuador Terra Incognita No. 134: El maní aparece con frecuencia en nuestra arqueología, como en esta botella de la cultura Jama Coaque (350 a. C.-1532 d. C.). Foto: Christoph Hirtz / Casa del Alabado.

Portada de la edición actual de Ecuador Terra Incognita.